Reflexiones

Ayer mi esposo me comentó sobre una charla que vio, me pareció un tema completamente atingente a los pensamientos que últimamente han estado dominando mi mente y sobre lo cual les quiero compartir. Tiene relación con la comodidad de lo conocido o la tan amada zona de confort. ¿Qué diré?, a todos nos gusta estar allí, lo conocido nos produce tranquilidad, sosiego y en general la buscamos por todos los medios.

Los nuevos colegios, nuevos trabajos, nuevas ciudades nos producen un estrés del cual generalmente huimos como  un gato que escapa de la lluvia. Lamentablemente no es la comodidad la que nos lleva a crecer como personas, esta zona de confort no nos guía a ser una mejor versión de nosotros mismos. 

Claro está y parto por aclarar que podemos estar felices con quienes somos, has trabajado y te has esforzado, ¡felicidades! eres un ejemplo a imitar. Pero si en definitiva nos encontramos en una posición en que sabemos que podemos dar más, que notamos que abrazar la comodidad no nos ha permitido ser más ricos como personas, podemos partir por ponernos en situaciones que nos producen estrés, tomar un curso sobre algo que nos agrada pero que hemos postergado porque tendremos que conocer nueva gente y esto de las relaciones sociales, pues no se te da. O aprender un instrumento con dedicación, o hacer ejercicio de forma disciplinada etc hay muchos ejemplos que podría nombrar, algunos simples, otros más avanzados para salir de la zona de confort y convertirnos o luchar para convertirnos en una mejor y más rica persona, que sea un aporte positivo a esta sociedad que no se ustedes pero yo noto que lo necesita desesperadamente. 

Les dejo el vídeo en cuestión del que me conversó mi amado, que veré ahora y si tengo algo que añadir lo haré, nada pues que tengan un buen día.



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